sábado, 23 de agosto de 2008

DÉCIMA ETAPA: EGIPTO - JORDANIA (320 kms)


4 de agosto de 2.008

A la mañana siguiente no levantamos a las 6:00 de la mañana para estar a las 9:00 en el puerto que nos tiene que llevar a Jordania.
Como siempre, después de este paréntesis de paz que ha sido St. Katherine, estamos de nuevo en otro cotolengo donde van recogiendo a todos los subnormales de Egipto y les dan una placa y una hoja de papel carbón. Para vendernos un billete del ferry rápido nos tardan más de una hora y media. ¡Sólo por vender un billete! Ya nos da miedo de llegar tarde puesto que el ferry sale a las 12:00. Corre hacia la aduana, otra vez el famoso festival egipcio de monos dando vueltas sin saber dónde van. No saben ni hablar y dentro de su locura te hacen dar vueltas sin sentido arriba y abajo. Van pasando los minutos, las horas y ¡perdemos el barco!. ¡La madre que los parió! Figui está muy cabreado y coge a un policía por el pescuezo y lo medio obliga a acompañarnos a hacer todos los trámites. Después de horas y horas de papeles inútiles y dineros gastados parece que ya lo tenemos todo y nos embarcan en el ferry de la tarde. Yo hasta que no ponga los pies en Jordania no estaré tranquilo.

Llegamos sin más novedad y la caricia de una luna nueva nos da la bienvenida. Tras atravesar el Mar Rojo ponemos los pies en Asia.

Nada que ver con Egipto. Jordania es un pais que funciona como dios manda. Para empezar lo tienen todo centralizado e informatizado y en muy poco rato ya estamos en la calle con la bienvenida siempre súper educada de los jordanos. Sólo bajar del barco se ha formado una fila bien ordenada que nos llevaba a pasar por dentro de un hangar donde un scanner movil revisaba de 6 en 6 los vehículos por si llevávamos algo prohibido. Y ya está. En 10 minutos fuera. Parecen gente muy bien preparada y amable y hablan un inglés excelente. Ya de noche bien oscura dejamos Aqcaba (bellísima ciudad con rutilantes estrellas que no son más que miles y miles de casas iluminadas) y salimos de cabeza hacia Petra, para ir ganando tiempo al tiempo.

Carretera en buenas condiciones rumbo Amman y desvio hacia Petra. De noche hace frío. Vueltas y rizos, caracoleando entre montañas, las Scramblers están en su salsa, y llegamos a la ciudad mágica. Podría parecer cualquier pueblo de Europa. Desarrollo y servicios. Hotel a 100 metros de la ciudad antigua. Amable y elegante bienvenida y descanso. Mañana: visita a las maravillas de Petra.

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